Photograph of the pastors of La Trinidad Church in San Antonio

Fotografía de los pastores y pastores asosiados asociado de la Iglesia La Trinidad en San Antonio con el Obispo A. Frank Smith, 1947.

Photograph of the pastors and associate pastors of La Trinidad Church in San Antonio with Bishop A. Frank Smith, 1947.

El primer nombramiento pastora para Alfredo Náñez, después de haber graduado del seminario en 1932, fue a la Iglesia La Trinidad en San Antonio. Esta fotografía de 1947 muestra al Rev. Náñez, segundo desde la izquierda, de pie en el santuario con otros ex pastores y pastores asistents y el obispo A. Frank Smith en el centro.

En una carta de 1981 dirigida al Obispo Eugene Slater, Náñez recuerda la inolvidable bienvenida que el recibió.

Terminé el seminario en el verano de 1932 y fui a San Antonio para esperar la junta anual de la conferencia. Pero una semana después de haber llegado, el pastor anterior, Dr. F. S. Onderdonk, me llamó y me nombró para servir como pastor interino para la iglesia más grande de la Conferencia—La Trinidad—porque el pastor se había ido a México. Para preparar mi primer sermón a la congregación, le escribí a Eva B. [Richardson, bibliotecaria de SMU] pidiéndole una copia de un poema el cual había leído en una revista. El cuál iba a usar para el clímax de mi sermón.

El domingo por la mañana la iglesia estaba llena y podía experimentar un sentimiento de esperanza. Cuando llegue al clímax de mi sermón y comencé a leer el poema, un hombre sentado en la fila de enfrente se levantó y comenzó a gritar, “Él es un modernista. Él no debe ocupar un pulpito cristiano.” Casi se hacía un alboroto, pero yo anuncie el ultimo himno, y le hice la seña a un amigo para que tomara al hombre y lo sacara por la puerta de al lado.

Alfredo Náñez’s first pastoral appointment after graduating from seminary in 1932 was at La Trinidad Church in San Antonio. This 1947 photograph shows Náñez, second from the left, standing in the sanctuary with other former pastors and assistant pastors and Bishop A. Frank Smith.

In a 1981 letter to Bishop Eugene Slater, Náñez recalled the memorable welcome that he received.

I finished seminary in the summer of 1932 and went to San Antonio to await the meeting of the annual conference. But a week after I arrived, the Presiding Elder, Dr. F. S. Onderdonk, called me and appointed me to serve as interim pastor to the largest church in the Conference —La Trinidad—because the pastor had gone to Mexico. To prepare for my first sermon to that congregation, I wrote [S.M.U. librarian ] Eva B. [Richardson] requesting a copy of a poem I had read in a magazine. That was to be the climax of my sermon.

On Sunday morning the church was full and I could sense a feeling of expectation. When I came to the climax of my sermon and started reading the poem, a man in the front row got up and began to shout, “He is a modernist. He ought not to occupy a Christian pulpit.” We almost had a riot, but I called for the last hymn and signaled a friend to take the man [out] by the side door.

“Pastores de La Trinidad.” El Mensajero. San Antonio, Texas: La Trinidad Methodist Church, February 2, 1947.